De una forma u otra, había estado postergando el escribir este post.
Supongo que dentro de mí sentía que al externar lo que había estado
pensando ultimamente lo haría más real y ya no habría posibilidad de
echar todo para atrás; que sería reconocerlo, aceptarlo, vivir con
eso y la verdad es que en este momento de mi vida me siento un tanto
aterrada acerca de lo que pasará en un futuro cercano y lejano.
He empezado una nueva etapa de mi vida. Hice examen para ingresar
a la Escuela Nacional de Música de la UNAM y de cierta forma fue una
decisión un tanto aleatoria porque un par de meses antes habia decidido
esperar una año más para intentar entrar, después pensé ¿por qué no?,
digo, intentarlo no iba a matarme. Realmente no estaba muy claro dentro
de mi mente que esto era lo que quería hacer, y me la pasaba el tiempo
preguntándome que sucedería si entraba e incluso ya me había resignado
a quedarme en la escuela en la que estaba desde hace cuatro años; así que
fue una sorpresa enterarme de que si había sido aceptada ahí.
Al principio, como parece ser una parte del manual de padres; mi mamá
se oponía a permitirme mudarme al Distrito y estudiar acá, pero de pronto,
no si halla sido por eso; mi indecisión se transformó en determinación
y después de ciertos eventos desafortunados y afortunados en su mayoría
aquí me encuentro ahora.
El hecho de reconocer que iba a ser la primera vez que iba a estar lejos
de mi familia más cercana (mamá y hermana) fue emocionante, y pensé
que sería una perfecta oportunidad para decubrirme a mí misma, en cierta
forma poder ahondar más en mí interior o interiores que pudieran aparecer, pero
no pensé que iba a ser tan complejo.
Son muchos cambios de una vez, una nueva
escuela, tener que empezar de nuevo a conocer personas (cosa que a veces me resulta
bastante complicada), aprender a vivir con alguien que si bien es de mi familia es un
estilo completamente distinto, conocer otra vez una ciudad, las calles y también a la gente
se me ha hecho bastante abrumador, lo cual tal vez sea porque llevo realmente muy poco
tiempo aquí.
Un par de días estuve recordando muchas cosas de mi infancia, como compañeros
de la primaria y sucesos extraños y que me hacen pensar que realmente de cierta forma
fui siempre un poco diferente a ellos, no es que... presuma de eso, pero era... no lo sé,
igual algunos de esos tiempos fueron un poco complicados, pero más que nada pensaba
en esas personas, esos compañeritos que de una forma u otra compartieron una parte
de mi vida, que de alguna forma el destino nos unió por alguna razón, y sé que ninguno de
ellos es mi amigo ahora, lejano ni siquiera pero de alguna forma ya son parte de mí. Me preguntaba
que había sido de ellos, en que caminos se habrían perdido y de que forma siento tan
distintos unos de otros y teniendo destinos tan divergentes pudimos haber estado juntos
en un mismo lugar. Una idea un poco inútil tal vez, pero que me llenó de curiosidad.
También pensaba en las personas que ahora forman parte de mi vida, y que de alguna manera
son las que más influencia han tenido en mí, a las cuales aprecio más y quisiera conservarlas
durante mucho tiempo, puede que esto sea porque yo decidí que así sucediera: que estuvieran conmigo,
y a pesar de provenir de distintos espacios, y ahora también dirigirnos hacía diferentes lugares
hemos creado una cierta conexión, o sea, ¿Por qué conocer a la gente que conoces, por qué
aprender a quererla y de cierta manera depender de ellas como parte de ti? ¿De qué forma
habría sido diferente tu vida de no haberlos conocido? Son preguntas sin respuesta.
Más que nada en torno a eso giran mis miedos ahora, que siempre desde que tengo uso de razón,
y tal vez no tanto eso, si no desde que empecé a analizar mis ideas, eso siempre me ha dado miedo... la
soledad y no lo sé, tal vez no sea culpa mía, pero tal vez sí. Me cuesta trabajo empezar a relacionarme
con desconocidos, porque todos eso somos, desconocidos hasta establecer un primer contacto,
supongo que me da miedo no encontrar aquí tan buenos amigos y personas como los que he
conocido antes y que de alguna forma me han ayudado a fortalecerme.
He pensado en tantas cosas pasadas, en cosas que he perdido y que sé
que por más que intente jamás podré recuperar, intentó reconciliar esos
vacíos pasados con una esperanza de un futuro alentador, pero también es un poco
tormentoso no saber lo que sucederá. Y sé que si lo supiera le quitaría la parte divertida, sólo
a veces me gustaría tener aunque sea una vaga idea.
Creo que este momento es en verdad un tipo de renacimiento, a partir de ahora empiezo
teniéndome unicamente a mí misma, y es dificil pensar en el hecho de no depender absolutamente
de nadie mas que de unos instintos de supervivencia y lo mucho o poco que haya aprendido.
Es difícil pensar en realmente dejar todo atrás superar el pasado y caminar hacia
un futuro invisible; es dificil estar durante la semana en un lugar y el fin de semana estar en el
lugar donde creciste, porque sigue siendo un poco de regreso, y sentir que de alguna forma
has dejado de pertenecer a un lugar específico, sin saber como encontrarlo de nuevo.
En mi parte creo que lo encontraré al encontrarme otra vez en esta... etapa digamosle así.
Nadie dijo lo dificil que iba a ser crecer, y si nos lo dijeron alguna vez, no comprendimos
todas las implicaciones que llevaba implícitas.
En estos momentos me llena de ansiedad cada nuevo día, el no saber que hacer, o como
seguir es; como decía antes bastante abrumador, sentir la grandeza de la responsabilidad,
el compromiso y la nueva "madurez"... creo que tardarán un poco en terminar éstas sensaciones
pero supongo que al menos escribir esto es un pequeño comienzo.
