Hace algún tiempo (bastante en realidad), caminando, esperando, dejando el tiempo pasar en el centro de la ciudad; vi a un niño pequeño, no tendría más de diez años.
Lanzó una moneda hacia una fuente cercana al lugar de gobierno. Supuse que el objetivo de éste pequeño era que la moneda pudiera alcanzar el sitio más alto de la fuente, en el centro; claro que era una tarea díficil y no pudo lograrlo. Yo escuche la moneda al momento de tocar el suelo, pude ubicar tentativamente el lugar en el que cayó. Observaba al pequeño, corrió a buscar la moneda, pensé que no la había encontrado ya que no volvió a lanzarla, vovler a intentar.
Había salido de clase y unicamente estaba dejando pasar el tiempo hasta que llegara la hora de la dosis de musicphine de la semana (viernes por la tarde). Así que daba la casualidad de que tenia una pequeña libreta y pluma en mi pequeña mochila, las saqué, empecé a pensar y me dispuse a escribir para no olvidar.
Conclusiones:
Creo que así es la vida de muchas personas, aspiramos a llegar a la cima, el punto más alto, ser los mejores, pero muchas veces no trabajamos lo suficiente para lograrlo; tal vez al niño le faltó puntería ¿qué es lo que nos ha faltado a nosotros para lograr lo que anhelamos?
Tal vez por eso las personas no viven felices hoy en día, tal vez eventualmente olvidan esos sueños , se pierden en el camino, se dejan sobrepasar por el mundo en vez de cumplir su anhelo de sobrepasar el mundo.
Aquí sentada, puedo ver muchas personas pasar. Veo tristeza, enojo, preocupaciones, enojos, frustraciones... creo que se debe a que hemos olvidado nuestros sueños, nos dejamos llevar... unicamente por ¿ambición tal vez? Nos olvidamos de lo que alguna vez nos importó en verdad, nos dejamos llevar por cosas banales y olvidamos que la felicidad muchas veces se encuentra en las cosas más simples del mundo, el sonido del agua, la risa de un niño, el viento...
Creo también que los niños son los únicos seres que podríamos llamar perfectos, ellos no olvidan ninguna de éstas cosas; ellos tienen ilusión, esperanza, SUEÑOS. El mundo debería ser un mundo de niños...
Pasó el tiempo y llegó la hora de marcharme del lugar de observación, me acerqué hacía el lugar donde según mis calculos había caído la moneda, pero no estaba; tal vez alguien la tomó mientras yo escribía y no me dí cuenta... Pero siempre preferí creer que el niño realmente la encontró y simplemente fue a probar suerte a otro lugar.
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