viernes, agosto 13

26-sep-2008

Pues, estos días... que se han llenado de melancolía me hicieron recordar demasiadas, pero demasiadas cosas. Aunque sin el pasado no seríamos para nada lo que ahora somos.
Y entre esos recuerdos, encontré este pequeño escrito (no podría llamarlo de otra forma, ya que no es un cuento, ni un poema... tal vez una pequeña historia, pero más que nada fue un momento de necesidad de sacar todo lo que traía adentro...)
Y está relacionado a ciertos hechos ocurridos entre el 8 y el 14 de septiembre del 2008... hace ya casi dos años...

¿Escuchas el viento?
Vivo por inercia, ya no sé si existo; si estoy viva.
En estado basal sobrevivo entre sueños perdidos, deseos corrompidos; un suspiro sin sentido.
Graciosas hipocresías atacan mi mente, que en un lecho inerte anhelan la muerte, si bien el alma, ha sido llenada de un dolor tan destructivo como un frío invierno ártico, aparece un halo de esperanza, esa traviesa sensibilidad que asoma en los momentos más críticos de nuestra efímera existencia.
¿Cuándo?, ¿en qué momento hemos perdido esa fe que nos aleja del miedo?
Hemos sucumbido a la poderosa fuerza del destino... inevitable.
Tentar la suerte sin pensar en momento alguno lo que esté bien o mal, un degenerado sentido de moralidad; un juego perdido.
¿Quién a dictado que debe ser así?, ¿acaso no somos libres de decidir nuestro camino?
Fracaso en el intento de exhalar libertad, ¿qué es libertad?, atados a un mundo que nos impide decidir, la libertad a sido perdida al juzgar sin titubeo alguno, se ha convertido en palabras inútiles hechas cenizas en el viento.
Un enorme miedo se apodera de mi; terror a no poder encontrar el camino, a no poder salir, al hecho de que apareces, desapareces y reapareces, sin saber si volverás o no; si me dejarás… aún cuando más te necesito. Este miedo, que no me deja dormir y que cuando amanece me mantiene en una paranoia intermitente y me impide concentrarme.
Tú y yo sabemos que no podremos cambiar el curso de las cosas, éste corazón, que es tuyo y mío (aún cuando nunca debió de ser así) arde al sucumbir ante un dolor tan grande imposible de ignorar y te busco entre sombras en la oscuridad, pero es inútil, una búsqueda infructuosa que no me lleva a nada más que a sentir más fuertemente este terrible dolor.
Ya no recuerdo el tiempo en que soñaba con despertar por siempre a tu lado, y recibir esas caricias tan anheladas, sueños perdidos en un mundo tan humano, tan cruel, tan insensato, ¿en qué nos hemos convertido? Luchamos contra extraños demonios... Pero ¿Acaso no nos han hecho convertirnos en uno de ellos?.
Pierdo la esperanza, que un día alimentó esta tierna ilusión, y aunque me olvides, nuestro corazón no lo hace, fuente de eterna inspiración, y tal vez…. Algún día; un renacimiento de aquel sentimiento, de esos viejos sueños, de esas miradas que atrapaban, y sonrisas que cautivaban, unos besos con sabor a eterna libertad y un sentimiento insaciable de profunda felicidad.
Ahora no puedo hacer más que llorar porque todo se ha ido. Pero... también las lágrimas se agotarán algún día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario